Nuestra Historia

Antolín Baca Castro es una figura importante en la historia de Machupicchu Pueblo. Se le atribuye la plantación de la primera planta de pisonay en la Plaza Sagrada de Machupicchu. Este árbol, conocido por su belleza y resistencia, se ha convertido en un símbolo de la conexión entre la naturaleza y la cultura inca. La historia cuenta que Antolín, un apasionado defensor de la flora local, decidió plantar el pisonay como un homenaje a la rica biodiversidad de la región y a las tradiciones ancestrales. Su acto no solo embelleció la plaza, sino que también dejó un legado duradero que continúa siendo apreciado por los visitantes de todo el mundo. El pisonay, con sus flores rojas vibrantes, ahora adorna la Plaza Sagrada, recordándonos la importancia de preservar y honrar nuestro entorno natural. La dedicación de Antolín Baca Castro a la conservación y su amor por la naturaleza siguen inspirando a las generaciones actuales y futuras. Los hijos de Antolín Baca Castro han continuado con el legado de su padre, impulsando el desarrollo del Hotel Pisonay Mapi en Machupicchu Pueblo (Aguas Calientes). Inspirados por la pasión de su padre por la naturaleza y la cultura local, han trabajado arduamente para crear un espacio que refleje la esencia de la región. El Hotel Pisonay Mapi combina la tradición y la modernidad, ofreciendo a los visitantes una experiencia auténtica y confortable. Los hijos de Antolín han integrado elementos de la flora y la artesanía local en el diseño del hotel, creando un ambiente acogedor y único. Además, se han enfocado en brindar un servicio excepcional, destacándose por su hospitalidad y atención al detalle. Gracias a su dedicación, el Hotel Pisonay Mapi se ha convertido en un destino preferido para aquellos que buscan una conexión profunda con la cultura y la naturaleza de Machupicchu, mientras disfrutan de todas las comodidades modernas.